Mi buen amigo y mejor maestro José Ignacio Maide me recomienda este juego para que practiquéis las tablas de multiplicar con vuestros hijos. Y que a nadie le quepa duda de que como realmente aprende un niño es jugando.
Se necesita:
- Una hoja cuadriculada tamaño A4.
- Un par de dados. Para un curso como tercero, lo suyo sería jugar con dos dados de doce caras, que hoy en día se encuentran fácilmente. O usar cuatro dados de seis caras, sumando lo que salga en cada pareja de dados y haciendo el producto de lo que te ha salido en una pareja de dados por lo que te ha salido en la otra. Lo que quiero decir es que tenemos que poder jugar con multiplicaciones como 9x8, 11x7, 12x3..., y eso no lo podemos hacer con solamente una pareja de dados de seis caras.
- Dos pinturas de colores.
Un jugador lanza los dos dados y representa esa multiplicación con los cuadritos de la hoja, coloreando el cuadro resultante. Por el ejemplo, si en un dado sale 9 y en el otro 6, sería 9x6=54, que se vería representado por un rectángulo de 9 cuadritos x 6 cuadritos de lado y que incluiría 54 cuadritos.
El otro jugador hace lo mismo en el otro extremo de la hoja y colorea el cuadro con su color. Y así sucesivamente y por turnos. El juego termina cuando ya no queda espacio para representar más multiplicaciones. Gana el que ha ocupado más espacio en la hoja.
Simplemente genial
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